Este es un problema muy comun entre la poblacion, sobre todo entre la poblacion de entre los 14 a los 45 años. El mal olor de pies conocido como bormhidrosis, suele ser causa de un exceso de sudoración en los pies, esto tambien puede ser causa de una patologia poco conocida pero muy frecuente entre la población, conocida como hiperhidrosis, o exceso de sudoración. Los componentes diagnósticos de la hiperhidrosis primaria incluyen sudoración excesiva de al menos 6 meses de duración con al menos dos de las siguientes características: sudoración bilateral y simétrica, que ocurre al menos una vez por semana, edad de inicio antes de los 25 años, cese durante el sueño, e historia familiar positiva.
Disponemos de diversas terapias como desodorantes y antisudorales tópicos, métodos físicos y quirúrgicos.
Los desodorantes tienen como objetivo enmascarar y disminuir el olor y se componen de una sustancia bactericida como alcohol o propilenglicol, algún bacteriostático como triclosan o benzethonium clorado y perfume.
Los antiperspirantes o antisudorales disminuyen la cantidad de sudor emitido y pueden formularse con varias sustancias químicas como:
Los desodorantes tienen como objetivo enmascarar y disminuir el olor y se componen de una sustancia bactericida como alcohol o propilenglicol, algún bacteriostático como triclosan o benzethonium clorado y perfume.
Los antiperspirantes o antisudorales disminuyen la cantidad de sudor emitido y pueden formularse con varias sustancias químicas como:
- Sales de aluminio, zinc o zirconio como cloruros, sulfatos o clorhidratos, del 5 al 25%.
- Formol en agua destilada, del 1 al 10%.
- Glutaraldehido a pH 7.5, del 2 al 10%.
- Metenamina en solución al 10% ó, como lápiz, al 5% (en contacto con la piel se hidroliza a amoníaco y formaldehido).
- Otros: anticolinérgicos tópicos, como bromuro de propantelina, bromuro de glicopironio, bromhidrato de escopolamina y metasulfato de poldina.
Los antiperspirantes más usados son los que contienen sales de aluminio y actúan mediante la formación de un tapón de gel de hidróxido de aluminio al reaccionar con grupos hidroxilo del sudor. El pH debe ser cercano a 1 para obtener mejores resultados. Las sales metálicas producidas irritan la zona interna del conducto excretor produciendo tumefacción local, que contribuye a la oclusión de él. En un corte histológico, el poro sudoríparo aparece bloqueado por un verdadero tapón compuesto de iones metálicos, proteínas y células necróticas. Pueden tener efectos colaterales como irritación y prurito que a veces impiden su uso.
Sabemos también que el sudor se mueve hacia la superficie cutánea por la diferencia de potenciales que se genera a lo largo del ducto excretor. Al colocar sobre la piel sustancias con carga eléctrica positiva como aluminio, zinc o zirconio, se produce un cambio que impide o disminuye el flujo. La indicación para el uso de estos antisudorales debe ser con aplicación durante la noche, en período de reposo de las glándulas, para lograr el efecto oclusivo. Inicialmente, se usarán 7 noches seguidas para continuar con 1 a 3 veces por semana como mantenimiento.
Entre los métodos físicos de tratamiento disponemos de iontoforesis. La iontoforesis consiste en la aplicación de corriente galvánica de 90 a 122 V y 12 a 30 mA a través de la piel mojada con agua de la llave o con algún antiperspirante ionizado. Actuaría por irritación del epitelio del acrosiringio y formación de tapones de queratina. Puede aplicarse en la consulta médica 2 a 3 veces por semana, o en domicilio con sesiones diarias de 20 a 30 minutos, hasta lograr el efecto deseado, en general de 8 a 20 sesiones. Luego se hacen sesiones de mantenimiento cada 2 a 3 semanas, según necesidad. Como complicaciones de este método están las dermatitis irritativas y de contacto.
Sabemos también que el sudor se mueve hacia la superficie cutánea por la diferencia de potenciales que se genera a lo largo del ducto excretor. Al colocar sobre la piel sustancias con carga eléctrica positiva como aluminio, zinc o zirconio, se produce un cambio que impide o disminuye el flujo. La indicación para el uso de estos antisudorales debe ser con aplicación durante la noche, en período de reposo de las glándulas, para lograr el efecto oclusivo. Inicialmente, se usarán 7 noches seguidas para continuar con 1 a 3 veces por semana como mantenimiento.
Entre los métodos físicos de tratamiento disponemos de iontoforesis. La iontoforesis consiste en la aplicación de corriente galvánica de 90 a 122 V y 12 a 30 mA a través de la piel mojada con agua de la llave o con algún antiperspirante ionizado. Actuaría por irritación del epitelio del acrosiringio y formación de tapones de queratina. Puede aplicarse en la consulta médica 2 a 3 veces por semana, o en domicilio con sesiones diarias de 20 a 30 minutos, hasta lograr el efecto deseado, en general de 8 a 20 sesiones. Luego se hacen sesiones de mantenimiento cada 2 a 3 semanas, según necesidad. Como complicaciones de este método están las dermatitis irritativas y de contacto.
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